viernes, 2 de diciembre de 2016

Pero, sobre todo, vuelve a ser feliz

Besarte, mirarte mientras duermes, acariciarte tu barbita de tres días, verte sonreír, abrazarte... Todo me encantaba. Me habría encantado haber podido decírtelo antes. Me encantaría habértelo dicho cuando tuve oportunidad, cuando te tuve delante de mí, mirándome como siempre hacías, con esos ojos tan grandes que me observaban cómo si fuera lo único importante en tu vida. 

Siempre he sabido que podía contar contigo, aunque nos peleásemos. Aunque no nos habláramos por horas sabía que si te necesitaba ibas a estar ahí para mí. 

También sé que estarás ahí, viéndome atada a esta máquina que los médicos me han puesto. Me encantaría poder decirte que tú no eres el culpable de que yo esté así. Sólo estabas quitando la radio mientras yo conducía, no tienes culpa de nada. Me distraje, y lo estoy pagando. 

Espero que estés bien. No podría perdonarme que tu estuvieras mal por mí. No te preocupes. Sé que algún día volveré a tener las fuerzas suficientes para despertarme y volveremos a estar como antes. Pero si por algún casual no lo hago, rehaz tu vida. Quiere a otra mujer como me quisiste a mí. Quiere a otra persona con todas las tus fuerzas como yo lo hice. Cuídala y dale todo el amor que no podrás darme a mí. Pero, sobre todo, vuelve a ser feliz. 

No, no llores por mí, no tienes que hacerlo. Estaré bien. Aquí me cuidan, mis padres no me dejan sola. Vete, sigue con tus estudios, sigue con tu vida. Seguiré aquí cuando vuelvas. 

Joder, ¡Cómo me gustaría poder volver a cogerte la mano como siempre hacía! ¡Cómo me gustaría poder levantarme y abrazarte!

Me pondré bien, lo prometo. Te quiero.